domingo, marzo 04, 2007

Tarde o temprano...

Se sentó a la mesa, se sirvió un poco de vino y lo miró con cierto desgano. No tenía ganas de tomar vino, pero tampoco quería estar sobria. Había algo en la copa que captaba su atención y le permitía concentrarse en el líquido violáceo y no mirarlo a él. Había mucha gente en la habitación, pero si no miraba el vino, lo miraba a él y no quería.

No quería encontrarse con su mirada, peor aun, no quería encontrarse con su indiferencia. Prefería quedarse con un recuerdo de dudosa veracidad, pero grato, que enfrentar la cruda verdad de que ya no era nadie en su vida. Pero esto tampoco era del todo cierto. Él ni la odiaba, ni la amaba, ni le era indiferente. Todavía le importaba algo, todavía la necesitaba, todavía le servía, y por eso, cuidaba no perderla del todo. Y sabía cómo hacerlo. Sabía que con tocar esa canción y pedirle que cantara, ya se la ganaba por un par de meses. Sabía que con acompañarla con su habitual punteo, alcanzaba. Ella se quedaría pensando en esa canción por varias noches. Y cuando empezara a borrarse ese recuerdo, el de esa canción, algo nuevo inventaría, algún truco encontraría para renovar la fuerza del hechizo por el que la mantenía cautiva.

Pero él no se dio cuenta de algo. Ella no iba a caer siempre en el mismo lazo, de a poco se iba haciendo más fuerte y resistente a sus juegos. Poco a poco iba aprendiendo, todavía le costaba, pero cada vez menos. Además, a ella le dolía terriblemente el orgullo y las entrañas cada vez que lo veía, y ese fuego que le quemaba los ojos ya no era el que meses atrás carcomía su vientre. Era otro fuego, era otro poder, otra fuerza la que día a día la iba dominando. Ya no era el éxtasis de oír su voz y leer sus ensayadas palabras de amor, estas lágrimas no eran de alegría, ni siquiera eran de tristeza, eran lágrmias de rabia, de ira, de impotencia. Y esas lágrimas no se pueden soportar mucho tiempo.

Eso es lo que él no sabía, no sabía de sus lágrimas. No contaba con eso.
Ella tarde o temprano no iba a poder más.
Tarde o temprano algo se iba a romper,
...definitivamente.