Estos días transcurren
veloces, voraces, atroces,
devoran cada gramo de cordura,
de equilibrio, de ternura.
Los días vienen y pasan,
me dejan más vieja,
más cansada, más ajena,
más nadie,
menos yo.
Los días pasan y arrasan con todo,
se llevan todo, todo
menos el peso en mis hombros,
el nudo en mi garganta,
el cansancio en mis piernas,
las horas vacías,
las angustias llenas.