sábado, mayo 21, 2011

larga espera

De tanto esperar
a veces desespero
por eso tengo que vivir como si no,
como si nunca,
como si sola,
siempre.
Pero yo igual te espero.
Espero que un día me encuentres,
"¿por qué tardaste tanto?" te voy a saludar,
"me perdí, no es fácil llegar hasta acá",
"no importa, ya llegaste, ¿preparo unos mates?"
Y te vas a reír. Te voy a hacer reír.
Alguna vez vas a llorar. Perdón.
También te vas a enojar,
y hasta me vas a putear.
También te voy a hacer pensar.
También te voy a hacer soñar.
También me voy a hacer desear.
Pero sobre todo, me vas a amar.
Te van a gustar de mí
esos detalles que yo paso por alto,
no sé qué me vas a ver,
pero me vas a ver y te va a encantar.
Yo también te voy a amar. Mucho.
También me voy a reír con vos
(a veces de vos).
Y también voy a llorar. Mucho.
Me voy a enojar, te voy a putear.
Y después me voy a disculpar.
También voy a perdonar.
Y voy a soñar, y voy a esperar,
y voy a desear. te.
Y voy a respirar, como si fuera la primera vez,
como si no me alcanzara el aire,
como si mis pulmones no tuvieran fondo.
Y voy a sonreír.
Y voy a bailar.
Y voy a cantar, por dios, ¡cómo voy a cantar!
Mientras tanto, voy a hacerme la que no espero.
Voy a abrazar la soledad.
Hasta que un día golpees a mi puerta,
y te reciba,
"ya era hora de que llegaras, te estaba esperando".


[escrito en alguna clase de la facultad, allá por el 2010]

domingo, mayo 01, 2011

Ni yo sé el título de esto...

Quiero escribir.
Quiero hablar y no sé bien cómo,
no sé muy bien de qué.
Pero quiero escribir.
Podría hablar del otoño,
del frío, de lo gris del día,
de la profunda melancolía que me provocan
las tardes de domingo.
Que siempre me provocaron y provocarán.
Podría hablar en prosa. O no.
Podría hablar de vos,
decir que te extraño,
decir que tengo miedo.
Podría decir que temo despertar de un momento a otro.
También podría decir
que sigo evitando mis obligaciones rigurosamente.
Y que eso me preopcupa cada día más,
aunque cada vez menos.
O podría hablar de la paz y la envidia
que me da la gata dormida en mi cama.
Podría hablar de su pausada respiración,
de sus ojos sonrientes
y sus patas escondidas.
Podría decir que el tiempo pasa cada vez más rápido,
que qué barbaridad, que ya estamos en mayo,
podría decir que qué caro está todo.
Podría también decir que no sé cuál es el sentido de la vida
pero que sé que debe tener algo que ver con el amor y la felicidad.
Podría decir que el universo
no parece estar escrito en caracteres matemáticos,
más bien parece ser una enorme partitura.
Podría decir que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy todo lo que soy,
porque estoy sola y tengo miedo,
pero me acusarían de plagio.
Podría decir que no sé adónde voy,
que no sé qué estoy haciendo,
pero que creo que no está tan mal después de todo...