Todavía no caigo, no me creo esto.
Yo nunca iba a amar y ser amada. A mí nadie me iba a querer. Yo sólo hablo y me responden, nunca soy la que recibe el primer mensaje ni a la que un otro busca.
Yo creía que para ser feliz había que casarse y tener hijos y de pronto vos, con solo ser vos, me das tanta felicidad. Y sin pedir hijos que hoy ya no puedo/quiero dar.
Me enseñaste que se puede encontrar el amor de tu vida después de los 40 y para mí eso era algo imposible incluso a los 20. Me enseñaste que ser feliz era mucho más fácil de lo que pensaba, alcanzaba con escuchar tu voz o ver tu mirada.
Yo no sabía que amar era algo que me pudiera expandir tanto, al punto de sentir que estallo y me saltan lágrimas de alegría, por no poder contener tanto adentro mío. No sabía que alguien podía darme tanta paz (y tantas ganas de guerra a la vez).
No pensé que esto me podía pasar a mí ni en un millón de años. Y sin embargo, acá estás, acá estamos.