lunes, abril 07, 2008

otro semblante...

Haciendo memoria ella había empezado a despegarse de la sensación de agobio que la venía acompañando hacía ya más de tres semanas. Era una especie de pesadez que se le posaba sobre los hombros y la empujaba bien para abajo, a toda ella, como esas máquinas compactadoras de chatarra que aparecen en las películas. Y ella se sentía cada vez más chiquita, más comprimida, más densa, menos ella. Pero por suerte el hacer memoria le había insuflado un nuevo aire, había liberado la tensión, la densidad, la había aligerado toneladas. Recordar aquellas primaveras le había perfumado su otoño de hoy. Ahora se paraba distinto, tenía otro porte, otra agilidad y hasta una sonrisa se había dibujado en sus ojos.

Las mismas dudas, los mismos miedos, la misma incertidumbre, pero otro semblante…