lunes, enero 10, 2011

Punto de partida

¿Cómo hacer para encontrarse después de muchos años de estar perdida? ¿Cómo descubrirse después de siglos de estar escondida, enroscada, encerrada, envuelta? Dicen que viajando se fortalece el corazón y que blablabla, pero no te dicen que viajando no se va a ninguna parte si uno queda siempre estacado en el mismo suelo. No te explican cómo levantar realmente los pies, cómo despegar la suela de los zapatos y dar un paso, dos, los que sean, pero moverse. Esa parte no la sé, no me la enseñaron. Nadie me explicó cómo caminar, cómo salir de acá adentro, y es que al final tenía razon Fito, no es tan fácil como abrir el pecho y sacar el alma...

Supongo que sólo se puede aprender a caminar, caminando; a empezar, empezando; a salir, abriendo la puerta.

4 comentarios:

Uninvited dijo...

Abrir la puerta E IR A JUGAR.
Que todo sea natural como un juego, como hacen los chicos. Así se aprende, encontrándole la alegría a las cosas.


PD: Tomá, te dejo unas letras para que uses mientras estés por allá. Sólo tenés que copiarlas y pegarlas cuando las necesites :)

á é í ó ú Á É Í Ó Ú ñ Ñ ü Ü
y no te olvides de estos: ***

C dijo...

Primero un paso y después otro y otro más. Y uno más y después, otro y otro.
Y cuando te diste cuenta, el camino fue mucho más fácil.

"No está mal ser mi dueña otra vez,
ni temer que el rio sangre y calme
al contarle mis plegarias.

Tarda en llegar y al final, al final,
hay recompensa."

Acordate de esto.

Abrazo.

Mery dijo...

Siiii! No sabes qué presente tengo esa canción. Tengo en mi mp3 el cd de mercedes sosa, Cantora, y cada vez que viene ese tema (sorry, es la versión que tengo metida) o se me llenan los ojos de lágrimas, o se me hincha el pecho, o se me pone la piel de gallina, pero nunca me es indiferente.

Y sí, tarda en llegar y al final, la recompensa. Eso mismo pensaba hoy cuando sobrevolaba República Checa, bah, Europa en general, y veía el paisaje casi como un mapa, bañado de sol y con algunos manchones de nieve... Y pensaba eso mismo, no está mal ser mi dueña otra vez, qué tanto!!!

Te quiero mucho.

Ale dijo...

Nadie nos enseña nada por más que encontremos mil libros describiendo una y otra vez los pasos a seguir. Y a veces moverse de lugar nos hace peor, porque estamos aferrados al recuerdo del lugar que dejamos, y creemos que cambiamos de aire pero en realidad seguimos agobiados en el mismo aire denso que nos rodeaba.