Jirones de una historia
unidos apenas por unos pocos hilos,
arrimados en un orden casi aleatorio,
ninguno muy relacionado con el otro.
Parecen retazos de una vieja manta
armada de parches sobre parches.
Babel de a dos,
lenguas confusas e incompatibles,
oscurecen y separan más de lo que acercan,
burlándose de lo que ambos intentamos decir,
escondiendo los deseos más profundos,
las caricias más tiernas,
las alegrías más esperadas.
Apartando del camino de los posibles,
grandes anhelos deseados desde siempre,
al camino de los “nunca”.
Me cansé de esperar,
basta de remar sola.
Ahora te toca a vos.
miércoles, septiembre 21, 2011
sábado, septiembre 10, 2011
Callar (o casi...)
Callar gritos, callar susurros,
callar confesiones a media voz.
Callar reclamos, callar perdones,
callar, callar y esperar.
Si todo está al borde de un “casi”,
¿cómo saber qué callar y qué decir?
¿Cómo saber qué hacer,
cuando las cosas casi son lo que deben ser?
Casi, pero todavía no....
Casi hago mi secundario en otra escuela.
Casi no conozco a la que hoy es mi ahijada.
Casi me recibo de psicóloga.
Casi me hago monja.
Casi beso al sapo que no estaba encantado.
Casi le creo al lobo feroz.
Casi les creo a las hermanastras.
Casi dejo de creer por completo.
Casi largo todo. Mil veces.
Casi, pero no.
Y mientras tanto, por las dudas,
callo todos mis casis.
callar confesiones a media voz.
Callar reclamos, callar perdones,
callar, callar y esperar.
Si todo está al borde de un “casi”,
¿cómo saber qué callar y qué decir?
¿Cómo saber qué hacer,
cuando las cosas casi son lo que deben ser?
Casi, pero todavía no....
Casi hago mi secundario en otra escuela.
Casi no conozco a la que hoy es mi ahijada.
Casi me recibo de psicóloga.
Casi me hago monja.
Casi beso al sapo que no estaba encantado.
Casi le creo al lobo feroz.
Casi les creo a las hermanastras.
Casi dejo de creer por completo.
Casi largo todo. Mil veces.
Casi, pero no.
Y mientras tanto, por las dudas,
callo todos mis casis.
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