viernes, agosto 27, 2004

Tan distinta y tan igual

El tiempo sigue pasando, y todo se torna tan distinto, tan lejano. Lo que vivimos queda allá atrás, cristalizado, como pintado. No parece vivido. Es más bien un cuadro, una pintura que colgamos en nuestra memoria. Yo sigo queriendo despertar las pinceladas y hacerlas revivir. Quiero darle movimiento a todo lo que fuimos, dijimos e hicimos. Quiero volver a verte, volver a encontrarte, volver a enamorarme, volver a enamorarte. Quiero que nos veamos como antes. Quiero que seamos uno otra vez. Quiero abrazarte y que me abraces.
Quiero darte lo que soy y recibir lo que sos.
Aunque sea poco, es todo.

Pero como siempre que busco imposibles, la realidad me golpea duramente. Y las pinceladas no se mueven, no cambian, no se inmutan. Sigue ahí, tan fijas como siempre, tan duras, tan estáticas. Y cada vez más descoloridas, cada vez más muertas, cada vez más borrosas.
Y junto con mis recuerdos, soy yo misma la que me desdibujo. Me desarmo, cambio, muto. Y ya no soy yo. Soy otra, con mi rostro, con mis gestos, con mi color de voz. Pero otra. Tan distinta y tan igual.
Creo que hoy no te buscaría, creo que hoy no te miraría, creo que hoy no me abrazaría a vos. Creo que no.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

basta marita :(

Mery dijo...

Perdón... :$

Mery dijo...

perdón... :$