Callar gritos, callar susurros,
callar confesiones a media voz.
Callar reclamos, callar perdones,
callar, callar y esperar.
Si todo está al borde de un “casi”,
¿cómo saber qué callar y qué decir?
¿Cómo saber qué hacer,
cuando las cosas casi son lo que deben ser?
Casi, pero todavía no....
Casi hago mi secundario en otra escuela.
Casi no conozco a la que hoy es mi ahijada.
Casi me recibo de psicóloga.
Casi me hago monja.
Casi beso al sapo que no estaba encantado.
Casi le creo al lobo feroz.
Casi les creo a las hermanastras.
Casi dejo de creer por completo.
Casi largo todo. Mil veces.
Casi, pero no.
Y mientras tanto, por las dudas,
callo todos mis casis.
1 comentario:
Se que voy a decirte algo que no pongo en práctica seguido en mi vida, pero que me detesto por no hacerlo. Me se cobarde y quiero cambiarme.
No te calles, no te salves, no te escondas en un silencio que se hace pasar por refugio y en cambio, te cala los huesos.
No te encierres con todos tus casis. Dale tiempo y espacio a los si y a los no.
Beso y abrazo.
Publicar un comentario