miércoles, octubre 29, 2008

Desaprendiendo a olvidar

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Lo nunca dicho se disuelve en un té,
y yo cambio el jazmín por el tilo,
tu ayer por mi mañana,
tu abrazo por mi libertad.
Aunque a veces reincido,
y me noto ausente,
me adivino esclava de una noche,
atada a una historia,
arrastrando bagaje de otros días.

Entonces, el mañana se puebla de fantasmas,
y el olvido se aleja unos pasos más...


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4 comentarios:

ces dijo...

Una vez leí que ningún olvido es bienaventurado... entonces creo que es bueno que se aleje el olvido.

Es fácil decirlo con palabras, se que no es así llevarlo a la práctica... pero por favor no cambies tu libertad, no te sientas ausente, peleale un mano a mano a los fantasmas, tu sonrisa es tu mejor arma.

Un abrazo!

Agus-tincho dijo...

Mil libertades valen más que un millón de abrazos, podrás cambiar un ayer, pero por centenares de mañanas, y a la historia atada estás, y desatarte no podes. Somos historia, nos forma nuestra historia, transformemos atar por superar, o atémonos sin nudos. Muy lindo, en verdad, me sorprendió. Hay un post en mi blog, "demasiado pasional", Así me culparon al cortar mi relación. Siento, con probabilidad de equivocarme, que estos post, de alguna forma se relacionan. Yo no cambiare mi libertad ni por quien me regale mil estrellas (mil y una, tal vez). Ironicamente, somos presos de nuestra propia libertad. NUESTRA. La libertad no se impone, se vive.
Abrazos!!
Tincho!!

ces dijo...

gracias por cada uno de tus comentarios.
me hace bien que te guste lo que escribo, y que a veces te identifiques.
para mi es hermoso leerte, tenes algo especial entre las letras, no se.
y tambien algo de tristeza, que aunque es muy bella, ojala se la lleve el viento.
y te deje ser.
estar muy muy presente sobre tus pies.

te mando un abrazo-

ces dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.