No es que ya no me importes, no es que ya no te quiera, no se trata de eso. Se trata de que ya no puedo seguir con el mismo juego, no puedo mentirme más ni esperar cosas imposibles o gente que no existe.
Hasta acá llegué (ahora sí). Hasta acá, hasta hoy.
Porque si hace rato no escribo,
es porque ya no me sale escribirte.
Porque si ya no te busco, es porque no te necesito.
Porque si a partir de hoy te sentís un poco menos,
es porque yo ya no te quiero seguir inventando.
Es así, esto es lo último que te escribo, lo último que te digo, lo último que te sueño.
Mañana veremos qué ilusiones me invento, o mejor, con qué realidades me encuentro. Ya no tengo tanto miedo, ya no dudo, ya no siento lástima por mí misma. Ya no, me cansé de estrategias que no sirven para nada y actitudes que destruyen y que lo único que hacen es apagarme. Basta.
"but this won't work now the way it once did,
and I won't keep it up even though I would love to.
Once I know who I'm not then I'll know who I am
but I know I won't keep on playing the victim.
But this won't work as well as the way it once did,
'cuz I want to decide between survival and bliss
and though I know who I'm not I still don't know who I am
but I know I won't keep on playing the victim"
viernes, diciembre 26, 2008
miércoles, octubre 29, 2008
Desaprendiendo a olvidar
·
Lo nunca dicho se disuelve en un té,
y yo cambio el jazmín por el tilo,
tu ayer por mi mañana,
tu abrazo por mi libertad.
Aunque a veces reincido,
y me noto ausente,
me adivino esclava de una noche,
atada a una historia,
arrastrando bagaje de otros días.
Entonces, el mañana se puebla de fantasmas,
y el olvido se aleja unos pasos más...
·
Lo nunca dicho se disuelve en un té,
y yo cambio el jazmín por el tilo,
tu ayer por mi mañana,
tu abrazo por mi libertad.
Aunque a veces reincido,
y me noto ausente,
me adivino esclava de una noche,
atada a una historia,
arrastrando bagaje de otros días.
Entonces, el mañana se puebla de fantasmas,
y el olvido se aleja unos pasos más...
·
sábado, agosto 23, 2008
Alimentando sentires
·
Disparadores de memoria,
canciones, palabras, imágenes
que detonan recuerdos a granel,
gatillan sentimientos adormecidos,
y la razón humillada una vez más,
bajada del pedestal y puesta a lavar los platos.
Porque una vez más se equivocó,
una vez más erró el camino al olvido,
una vez más se creyó más poderosa de lo que es,
y una vez más el corazón hizo lo que quiso.
Una vez más, como siempre.
Y ya ni sé si se puede olvidar,
no sé si quiero el olvido,
pero sí quiero dejar de añorar.
Porque no hay nostalgia peor
que añorar lo que nunca jamás sucedió,
(dice Sabina, y yo le creo).
No hay nada peor
que extrañar a esa persona que nunca fuiste,
y creer que sí,
que alguna vez me quisiste,
y que capaz hoy me extrañas y te importo
como yo a vos, como vos a mí.
·
Disparadores de memoria,
canciones, palabras, imágenes
que detonan recuerdos a granel,
gatillan sentimientos adormecidos,
y la razón humillada una vez más,
bajada del pedestal y puesta a lavar los platos.
Porque una vez más se equivocó,
una vez más erró el camino al olvido,
una vez más se creyó más poderosa de lo que es,
y una vez más el corazón hizo lo que quiso.
Una vez más, como siempre.
Y ya ni sé si se puede olvidar,
no sé si quiero el olvido,
pero sí quiero dejar de añorar.
Porque no hay nostalgia peor
que añorar lo que nunca jamás sucedió,
(dice Sabina, y yo le creo).
No hay nada peor
que extrañar a esa persona que nunca fuiste,
y creer que sí,
que alguna vez me quisiste,
y que capaz hoy me extrañas y te importo
como yo a vos, como vos a mí.
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domingo, julio 27, 2008
Vera y las demás...
¿Alguien sabe cómo? Se preguntaba una y otra vez. ¿Alguien sabría cómo arrancarse ese dolor que le traspasaba desde la punta del pie hasta lo más hondo del pecho? Esa daga, ese rasgar de virdrios molidos, ese destrozar propio de las garras de fieras salvajes. Ese dique que se le derrumbaba en la garganta, que ahora quedaba anegada por tanta angustia acumulada. ¿Sabría alguien superar esas cosas? ¿Habría alguien que hubiera podido convertir la herida en cicatriz? Y si lo había, ¿cómo no había dejado las instrucciones claramente anotadas?
Y es que ella se sentía así, atravesada, rasgada, partida al medio, en carne viva, despellejada...
Y ella sabía que no tenía que seguir escondiéndose tras la tercera persona, hace rato ya que había decidido no volver a eso, a ese antinatural desdoblamiento de su personalidad. Como si fuera dos, como si fuera muchas. Tal vez así se sintiera menos el dolor, tal vez así podría matar a la que siempre lloraba y sufría. Pero no. Al fin y al cabo todas eran ella y todas sufrían cuando ella sufría. Es por eso que había decidido dejar de lado eso de escribir en tercera persona.
Es por eso que ya no quiero escribir más así. Porque hoy me duele a mí.
Y me duele más que vos ni te enteres...
Y es que ella se sentía así, atravesada, rasgada, partida al medio, en carne viva, despellejada...
Y ella sabía que no tenía que seguir escondiéndose tras la tercera persona, hace rato ya que había decidido no volver a eso, a ese antinatural desdoblamiento de su personalidad. Como si fuera dos, como si fuera muchas. Tal vez así se sintiera menos el dolor, tal vez así podría matar a la que siempre lloraba y sufría. Pero no. Al fin y al cabo todas eran ella y todas sufrían cuando ella sufría. Es por eso que había decidido dejar de lado eso de escribir en tercera persona.
Es por eso que ya no quiero escribir más así. Porque hoy me duele a mí.
Y me duele más que vos ni te enteres...
lunes, abril 07, 2008
otro semblante...
Haciendo memoria ella había empezado a despegarse de la sensación de agobio que la venía acompañando hacía ya más de tres semanas. Era una especie de pesadez que se le posaba sobre los hombros y la empujaba bien para abajo, a toda ella, como esas máquinas compactadoras de chatarra que aparecen en las películas. Y ella se sentía cada vez más chiquita, más comprimida, más densa, menos ella. Pero por suerte el hacer memoria le había insuflado un nuevo aire, había liberado la tensión, la densidad, la había aligerado toneladas. Recordar aquellas primaveras le había perfumado su otoño de hoy. Ahora se paraba distinto, tenía otro porte, otra agilidad y hasta una sonrisa se había dibujado en sus ojos.
Las mismas dudas, los mismos miedos, la misma incertidumbre, pero otro semblante…
Las mismas dudas, los mismos miedos, la misma incertidumbre, pero otro semblante…
viernes, marzo 14, 2008
sábado, febrero 23, 2008
Ajena de Vos
Me sé ajena en una ciudad que gime,
ciudad que llora tu nombre,
como si te conociera lo que yo.
Ciudad que me asusta,
no me atrevo a enfrentarla,
no quiero salir.
Me aferro a tu compañía en mi silencio,
a tu recuerdo en cada sorbo,
a tus manos en cada brisa.
Me refugio en un instante
me cubro de soledad
fingiéndome plena de vos.
No es la lluvia lo que me asusta,
es tu ausencia.
No temo mojarme,
temo encontrarme.
Encontrarme en estas calles ajenas,
tan no mías,
tan no tuyas.
Temo hallarme perdida
en esta ciudad ajena,
que no para de llover tu nombre.
ciudad que llora tu nombre,
como si te conociera lo que yo.
Ciudad que me asusta,
no me atrevo a enfrentarla,
no quiero salir.
Me aferro a tu compañía en mi silencio,
a tu recuerdo en cada sorbo,
a tus manos en cada brisa.
Me refugio en un instante
me cubro de soledad
fingiéndome plena de vos.
No es la lluvia lo que me asusta,
es tu ausencia.
No temo mojarme,
temo encontrarme.
Encontrarme en estas calles ajenas,
tan no mías,
tan no tuyas.
Temo hallarme perdida
en esta ciudad ajena,
que no para de llover tu nombre.
martes, enero 08, 2008
rumiante
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